viernes, 30 de octubre de 2009

Salvacion

Recorro calles sin fin, al cobijo de la oscuridad eterna. A mi lado camina la soledad susurrandome al oido la necesidad que tiene de mi, de mis lagrimas, de mis lamentos. Hoy, escucho algo mas que la fria voz del fantasma torturador de mi alma. Un sonido dulce penetra y estremece mis entrañas. Al mismo tiempo, un calor leve se apropia de mis manos y mis labios. dos estrellas se mantienen fijas frente a mi rostro indicandome un sendero por el cual deja de ser doloroso caminar. El fantasma de la soledad hoy luce aterrado ante la inminente perdida de la putrida alma que la alimentaba. Algo me libera de los brazos del horrible espectro que me aprisionaba. lentamente la niebla se disipa, el calor ahora envuelve completamente mi cuerpo. El ser mas hermoso aparece ante mi, toca mis mejillas sin apartar su mirada de mi, tomandome de la mano me invita a caminar. Ahora mis pasos no pesan, la penumbra a desaparecido , el calor de su cuerpo es mi cobijo, y el unico susurro que escucho es el de su hermosa voz.

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